Acceso a la Información Pública
Contar con una ordenanza de Acceso a la Información Pública (AIP) es de vital importancia para el Municipio de Rawson, ya que establece un marco legal que fomenta la transparencia y la participación ciudadana en la gestión pública. La Ordenanza de Rawson se fundamenta en la transparencia como principio básico, la disponibilidad de información como valor rector, la apertura de datos públicos y la libre accesibilidad como mecanismos directrices. Además, se alinea con la Ley Nacional de Acceso a la Información Pública (Ley N° 27.275) y respeta la Ley N° 25.326 de Protección de Datos Personales.
Esta ordenanza permite a los vecinos solicitar y recibir información completa, veraz, adecuada y oportuna del Municipio, lo que antes podía considerarse “transparencia pasiva”. El derecho de acceso a la información pública abarca todo tipo de datos contenidos en documentos de cualquier formato, generados, obtenidos, transformados, controlados o custodiados por las autoridades públicas.
Un aspecto fundamental de la ordenanza para Rawson es el impulso a la transparencia activa, que implica la publicación proactiva de información por parte de la autoridad pública, sin necesidad de que se la solicite expresamente. Esto fortalece el principio de máxima publicidad. La ordenanza de Rawson establece presupuestos mínimos obligatorios a publicar en una plataforma de apertura integral de datos, incluyendo: presupuesto, licitaciones, organigrama municipal, servicios al vecino, digesto legislativo municipal, etc.
La autoridad de aplicación de la ordenanza tendrá la obligación de garantizar su correcta implementación, promover el derecho de acceso a la información pública, ser el nexo para facilitar el acceso a la información, y crear protocolos para la producción, sistematización y publicación de la información. También deberá impulsar campañas de difusión del derecho.
La implementación de esta ordenanza transforma la relación entre el Estado municipal y sus ciudadanos, transfiriendo poder a los vecinos y consolidando un cambio de paradigma: de una cultura de secretismo a una conciencia colectiva donde la información del Estado es pública. Esto permite a los ciudadanos participar activamente en cuestiones de interés público, discutir, aportar y evaluar la gestión de los recursos que son de todos, y exigir al Municipio la rendición de cuentas sobre sus actos y gestión.